Son muchos los juegos que se practicaban y que con el paso de los años han ido desapareciendo. Algunos sobreviven pero con riesgo de desaparecer, pues es cierto que cada vez son menos los niños que juegan en la calle, las nuevas tecnologías han eclipsado a los juegos tradicionales. En colegios, institutos, escuelas deportivas, etc., se intenta fomentar la práctica de estos juegos con el objetivo de que pervivan y concienciar a los niños para que dejen un poco de lado los videojuegos y salgan a la calle a jugar, pues es la mejor forma de relacionarse con los demás a la vez que realizan actividad física sin dejar de lado la diversión.
Otro motivo por el cuál algunos juegos ya no se practican es por el riesgo que conllevan tanto por lesiones causadas por otro compañero como por accidentes con algunos materiales. También es verdad que han aparecido materiales nuevos como la gomaespuma para los balones, el cartón para piñatas en lugar de porrones de barro, que hacen del juego algo seguro.
Carrera a pies trabas:
Los jugadores se atan las piernas a la altura de las rodillas y saltando intentan llegar a la línea de meta. También se puede jugar por parejas, para ello se atarán la pierna derecha de un jugador con la izquierda del otro. Gana la pareja o jugador que cruce la línea de meta en primer lugar.
Carreras a pídola:
Se hacen dos equipos. El primero de cada equipo se coloca con el tronco inclinado y las manos sobre la cabeza para que el compañero que lo precede salte por encima de él para colocarse en la misma posición. Así irán saltando todos los miembros del grupo. Gana el equipo que consiga llegar antes a la línea de meta.
El elástico y la comba:
Todavía se ve a los niños con un elástico para ver quién consigue completar una ronda completa y pasar al nivel más complicado o con una cuerda para saltarla sin pisarla.
El huevo y la cuchara:
Con los años se ha adaptado este juego y han surgido numerosas variantes, se han sustituido los huevos por otros objetos como pueden ser pelotas, globos de agua… Las reglas del juego siguen siendo las mismas, transportar lo más rápidamente posible los huevos, u otros objetos, de un lugar a otro.
El látigo:
Todos los jugadores se cogen de la mano, el jugador que se encuentre en el extremo tira de los demás compañeros. Deben intentar que el látigo no se rompa, es decir, que los jugadores no se suelten de las manos.
El soga-tira:
Es uno de los juegos más practicados. Juegan dos equipos y ambos intentan demostrar su superioridad tirando de la cuerda para arrastrar al equipo contrario. Hay que tener cuidado de no hacerse daño en las manos con la cuerda, por lo que es aconsejable utilizar vendajes o trozos de tela para protegerlas.
El trompo:
Existen muchos los establecimientos en los que podemos encontrar trompos. Sólo el hecho de hacerlos bailar supone un reto personal por el cuál los niños se pasan horas intentándolo. Otros reúnen a sus amigos y familiares y organizan pequeñas competiciones.
La gallinita ciega:
Se trata de un juego muy conocido y que no deja de practicarse. Se suelen realizar infinidad de variantes tales como no permitir que los jugadores se muevan mientras el jugador que la queda intenta localizarlos, que se muevan pero sin desplazarse, que se puedan desplazar por todo el espacio…
La petanca:
Juego asociado a los más mayores pero que día a día va evolucionando, pues son muchas las competiciones organizadas para practicar este juego y cada vez aparecen más lugares acondicionados para su práctica.
La rayuela:
Permite trabajar el equilibrio y requiere de una buena precisión sin abandonar la diversión y la superación individual. Consiste en dibujar en el suelo unos cuadrados a traves de lo cuales el jugador pasará a la pata coja, sin apoyar los dos pies excepto cuando haya 2 cuadraditos. Una vez finalizada la primera vuelta deberá volver al punto de partida volviendo a hacer el recorrido.
Lima limón:
Juego conocido actualmente como “Color color”. Todos corren en busca del color que diga el jugador que la queda para no ser pillados por éste.
Pies quietos y policías y ladrones:
Ambos conservan sus nombres y sus reglas. En “pies quietos” los jugadores corren para alejarse lo máximo posible del jugador que la queda para no ser golpeados con el balón; y los policías aún siguen persiguiendo a los ladrones para llevarlos a la cárcel.
Antón pirulero:
Durante el juego se canta una canción. Mientras todos cantan simularán que tocan un instrumento. El director, que también tocará un instrumento, en un momento dado se fijará en un participante y se pondrá a interpretar su instrumento. El jugador imitado por el director deberá dejar de tocar y pasar a imitar el instrumento que tocaba el director. Esto se irá realizando hasta que todos los jugadores menos uno, que será el ganador del juego, se hayan equivocado en los cambios que provoque el director.
Bomberos:
El juego comienza con todos los participantes colocados junto a las botellas, las cuales marcarán la línea de salida. A la señal todos deberán correr al extremo opuesto donde se encuentran los platos, absorber el agua y volver corriendo al lugar de las botellas donde la verterán. El juego finaliza con el primer jugador que llene la botella.
Borriqueñas:
El participante comienza el juego cogiendo una china y lanzándola al aire. Luego lanza la segunda china y dice “candela, candil”; lanza una tercera china y dice “tú la apagaste” y tira la última china y dice “y yo la encendí”. La dificultad del juego radica en coordinar los movimientos para coger todas las chinas con la misma mano, sin que caiga ninguna de las ya cogidas y sin que ninguna se caiga al suelo.
Carrera de sacos:
Introducidos en los sacos y mediante saltos hay que intentar llegar al otro extremo lo más rápido posible sin caerse.
Comer manzanas:
A una señal todos los participantes comenzarán a comerse las manzanas sin utilizar las manos. Para ello dispondrán de un tiempo determinado que puede ser de cinco minutos. Ganará el participante que se coma la manzana en el tiempo determinado o aquel que cuando finalice el tiempo se haya comido la mayor parte de la manzana.
El zumillo:
Los participantes van clavando las navajas de diferentes formas. Los participantes que consiguen clavar sus navajas se van librando del Zumillo. El juego finaliza cuando el penúltimo participante logra clavar la navaja en su última forma. En este momento el ganador del juego (el primero que ha finalizado) cogerá la navaja por la punta y con el cabo golpea el Zumillo intentando clavarlo al máximo en la pita. Tras esta operación el perdedor deberá agacharse y con la boca, empleando sus dientes, deberá sacar el “Zumillo” que se encuentra hincado en la pita.
La bombilla:
Los jugadores, uno a uno, saltarán a pídola al que “la queda” para caer dentro de la bombilla, al mismo tiempo que dicen nombres de ríos, ciudades, colores, etc., según designe el participante que “la queda”. Si alguno de los jugadores cae fuera de la bombilla, toca a otro compañero que se encuentra dentro de la bombilla o no sabe más nombres de ríos, ciudades, montañas, colores, etc., pasa a “quedarla”, situándose en el casquillo de la bombilla para ser saltado. El juego lo gana el jugador que no la haya “quedado” en ninguna ocasión.
La jerezana:
Si un participante consigue colocar tres fichas en raya, tendrá el poder de quitarle al otro participante una de las fichas colocadas en el cuadrante de juego. Así, los participantes irán quedándose poco a poco con menos fichas al ir consiguiendo su contrincante tres en raya. Cuando se consiga tres en raya, el participante tendrá todas las posibilidades de ganar el juego. Un jugador gana la partida cuando consigue que al contrincante le queden menos de tres fichas.
Las canicas:
Existen varias modalidades de juego, pero lo que no varía es la forma de impulsar la canica, pues requiere de un golpe seco empleando los dedos pulgar e índice, pulgar y corazón, etc.
Los chinos
Palo ciego:El jugador tendrá que lanzar su chino al aire con fuerza para que pueda agacharse, dar una palmada en el suelo, coger el chino más grande dejado en el suelo y finalmente recoger el chino pequeño que viene cayendo. Todo esto lo ha de hacer con la misma mano. Si lo consigue se ponen esta vez en el suelo dos chinos separados unos centímetros y repite la misma operación. Si de nuevo lo consigue se amplia el juego con tres chinos en el suelo.
Sin duda uno de los más peligrosos. Consistía en golpear un porrón con un palo hasta romperlo. El juego se realizaba con los ojos vendados y con un casco de protección pero aún así conllevaba un alto riego tanta para el jugador como para los espectadores, pues hay que tener en cuenta que los porrones estaban hechos de barro, además contenían dentro algunos objetos, por lo que cuando el porrón se quebrajaba y rompía, los trozos podían causar importantes daños.
Palo ciego a la manzana:
Similar al juego anterior pero en este caso se deberá golpear una manzana.
Algunos de estos juegos han desaparecido hace muy poco tiempo, es el caso de las carreras de chapas, o los partidos de fútbol con las chapas como futbolistas y los garbanzos como balones; las canicas y los cromos.
El látigo:
Es un juego considerado como peligroso, pues existe un alto riesgo de lesiones debido a que los jugadores se pueden soltar de las manos de sus compañeros y salir disparados a gran velocidad. Aunque se sigue jugando en la actualidad, éste puede ser el motivo por el que cada vez se practica menos.
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