lunes, 28 de noviembre de 2011

Fabada Asturiana

Fabada asturiana

La fabada asturiana [fabes]

La fabada se come en Asturias desde el siglo XVI. Es un plato típico del invierno, que se suele comer caliente al mediodía. Es un cocido muy pesado, pues contiene un alto contenido en grasas y calorías. Está hecha con fabas (alubias) blancas (white beans) y el compango, que es como se llama al conjunto del chorizo, el tocino, la morcilla y el jamón que acompaña a las alubias en la fabada. Este plato llena mucho a los comensales; en asturias, el hecho de que los comensales estén muy llenos, se le llama "fartura".

Ingredientes para 4 personas

  • 1Kg. de fabes
  • 3 morcillas asturianas
  • 3 chorizos
  • 1/2 Kg. de lacón
  • 100 grs. de tocino
  • Ajo, cebolla y perejil
  • Azafrán y sal

Preparación:

Se pone a remojar el lacón en agua la noche anterior, después de chamuscarle los pelos, igualmente poner a remojo las fabes en agua fría.
 
En una cacerola se pone el lacón, las morcillas, los chorizos; encima se colocan las fabes, el ajo picado, el perejil, la cebolla cortada en cuatro trozos; se cubre con agua fría y se acerca al fuego, espumándolo cuando empiece a hervir.
 
Roto el hervor se separa a un lado y se dejan cocer lentamente, un poco destapadas, procurando que las fabes estén siempre cubiertas de agua para que no suelten la piel.
 
De vez en cuando se añadirá agua fría en pequeñas cantidades. Debe vigilarse con frecuencia para que el hervor sea siempre lento y a ser posible siempre con la misma temperatura de calor, se sacude al cazuela, con frecuencia, para que no se agarren al fondo.
 
Se les añade el azafrán, ligeramente tostado y muy deshecho.
Cuando estén cocidas se sazonan de sal teniendo en cuenta la cantidad de carne salada que llevan.
 
Si al terminar la cocción el caldo hubiera quedado demasiado claro se pasan unas pocas fabes por un pasador y se incorpora, dejándolo cocer despacio un poco más.
 
Finalmente, antes de retirarlas del fuego, se agrega una tajada pequeña de mantequilla fresca, dándole un hervor para que se deshaga. De esta manera la fabada queda más suave.
 
De no poner mantequilla fresca se agrega al tiempo que se ponen los demás ingredientes una cucharada de aceite. Se dejan reposar a un lado media hora, antes de servirlas. Lo típico es servirlas en cazuela de barro.
 
Antes de pasarlas a la cazuela o fuente donde se van a servir, se retira el perejil y la cebolla. Se sirven con la carne en trozos.
 
Una comida como esta suele acompañarse de sidra asturiana bien fresquita y comerse en familia.
 
¡Y A DISFRUTAR!

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